sábado, 2 de agosto de 2008

Un catedrático de literatura de Salamanca analiza 150 canciones de Sabina en un libro

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El catedrático de Literatura de la Universidad de Salamanca Emilio de Miguel acaba de publicar el libro "Joaquín Sabina. Concierto privado", en el que analiza la letra de 150 canciones del cantante, desde un punto de vista formal y de contenido para "objetivar el gusto" por un "tipo que hay que beber a morro".

El libro, que está escrito como si fuera un concierto en el que el humorista Quequé hace de telonero, se basa en el disco "19 días y 500 noches", publicado en 1999, porque "es el más maduro, completo y comprometido" y desde el que engarza con el resto de su obra, según ha explicado el autor.

"Joaquín Sabina. Concierto privado", que consta de 222 páginas escritas sin tecnicismos y con muchas citas de canciones, ha sido publicado por Visor Libros y ya puede comprarse en las librerías por 16 euros aunque todavía no ha sido presentado oficialmente.

Acostumbrado a estudiar a Lorca, Buero Vallejo o La Celestina, Emilio de Miguel ha elegido a Sabina porque "nos sobran los motivos" y porque "cualquier fenómeno literario es digno de estudio pero en su caso estamos ante un cantautor de éxito, que ha demostrado que la calidad no está reñida con la comerciabilidad".

"Enorme riqueza verbal y léxica"

A pesar de la variedad de ritmos utilizados por Sabina, el catedrático salmantino explica que el cantante destaca "en el plano formal por su enorme riqueza verbal y léxica", virtud que se agranda "si lo comparamos con el contexto de la canción ligera española actual, que es bastante preocupante porque se escuchan barbaridades y con una exhibición de pobreza léxica y conceptual impresionante".

De Miguel también recalca "su gran capacidad imaginativa para la comparación" y subraya que "sus canciones están cargadas de símiles, de metáforas, de comparaciones, con un enorme ingenio y resueltas con gran calidad literaria".

El filólogo indica que "sus canciones son muy directas, en ellas hay sexo, drogas, relaciones, tienen una gran verdad humana pero con un envoltorio estético perfecto" y además "es un maestro del estribillo".
En ese sentido, recuerda que Sabina "viene de las letras, es un tipo formado en filología hispánica, con muchas lecturas, con mucha canción extranjera y española oída y que, además, se castiga y se corrige mucho".

Los contenidos

Respecto al contenido, Emilio de Miguel asegura que Sabina "es muy variado" como lo demuestra que en sus letras "hay expresión lírica, íntima, testimonios de sus aventuras amorosas y de contenidos muy duros", entre las que cita "De purísima y oro", llena de referencias a la postguerra o "Más de cien mentiras", que es una llamada de atención "muy vigorosa sobre realidades humanas".

El estudioso salmantino, que califica al cantante de "romántico reprimido", defiende que sus letras "tienen dos audiciones, una de lectura fácil, para divertirse y otra para preocuparse".

Reconoce que hay "diferencia" entre el Sabina cantautor del metro y bares y el actual porque "su estilo se va cargando cada vez más de valores literarios, lo que le va llevando a una evolución, que incluso, creo, que va a tener que reprimir si quiere seguir siendo un triunfador en la música española, porque sus preocupaciones literarias pueden entrar en colisión con la comerciabilidad".

Un trovador

El catedrático de literatura cree que el término "trovador" le hace justicia al cantante y subraya que "no podemos olvidar que Sabina viene de las lecturas clásicas y la poesía latinoamericana".

Emilio de Miguel escribió el libro sin mantener contacto con Joaquín Sabina, "hablando sólo con sus letras porque si una obra necesita que el autor la explique, es un texto cojo".

Asegura que antes de publicarlo, el editor Chus Visor se lo entregó a Sabina, que en 24 horas se lo leyó y "tras estar de acuerdo con el 99,5 por ciento de su contenido", afirmó: "Qué interesante es lo que ha escrito el cabrón ese de Salamanca".



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