sábado, 30 de agosto de 2008

El brillo de su ausencia - Cuando tengas frío ("Ciento volando de catorce")

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El brillo de su ausencia


Llega al atardecer con su cartera,
viste de oscuro, calla por los codos
Mi modo de querer sin malos modos
rezuma savoir faire a su manera.

Siempre estamos de acuerdo en casi nada,
novicios de un oficio de difuntos.
Entre su soledad y mis asuntos
no hay más resquicio que la madrugada.

Ni nos fían el pan con cicatrices,
ni permuto el bombín de mi amuleto
por el terno de tweed de su prudencia
Antes de que la aurora eche raíces,
abusa con excusas de cateto
del brillo hipotenusa de su ausencia.

Cuando tengas frío

Usa mi llave cuando tengas frío,
cuando te deje el cierzo en la estacada,
hazle un corte de mangas al hastío,
ven a verme si estás desencontrada.

No tengo para darte más que huesos
por un tubo y un salmo estilo Apeles
y páginas anémicas de besos
y un cubo de basura con papeles.

Ni me siento culpable de tu lejos,
ni dejo de fruncir los entrecejos
que usurpan de tus ojos la alegría,

si quieres enemigos ya los tienes,
pero si socios buscas ¿cuándo vienes
a repartir conmigo la poesía?

1 comentario:

Anónimo dijo...

Si la escribió ayer,
si hoy la ha esrito
o quizá la escribió mañana,
recogería la llave que me ofrece
al filo de la madrugada.
Reuscaría incansable en los papeles
que desprecia, amontonados en el cubo
por si una frase, una canción, algun poema
pudiese rescatar de ser difunto.
Mas que huesos,
yo me acopio
de sonetos que el escribe y sus canciones
y ese salmo adolecido de oraciones
que me canta cuando estoy desencontrada
Y callando por los codos me acomodo
el bombín que aflojó de su cabeza
sin que cubra el cansancio de mis ojos
el brillo hipotenusa de su ausencia.

champiñon